Desde mi tierna infancia el arte ha sido mi gran pasión... me recuerdo perdiéndome entre colores, formas y pinceles dejando fluir mi creatividad sin límites; y aunque mi camino académico me llevó al mundo del derecho, siempre he mantenido viva esa chispa artística en mi interior continuando mi formación artística de forma intermitente.

Mi obra se nutre de una profunda relación con la naturaleza, especialmente con el mar. Desde niña he sentido fascinación por las conchas, los reflejos del agua, los colores cambiantes del cielo y la textura de la arena. Esta conexión con el entorno natural se refleja en la gama cromática, las formas orgánicas y las texturas que utilizo en mis creaciones.

Una parte significativa de mi trabajo se centra en el paisaje abstracto, entendido como una reinterpretación de escenas naturales en las que los elementos figurativos comienzan a desdibujarse.

Más allá de lo visual, mi objetivo es provocar una respuesta emocional en quien contempla mi trabajo. Deseo que cada pieza sea una ventana a un estado de calma, una emoción, una memoria… una conexión silenciosa, pero poderosa, entre la obra y quien la observa.

El mensaje que intento transmitir con mis creaciones es la necesidad de abrir los ojos de forma más consciente hacia los espacios naturales y los paisajes que nos rodean, observar más y dedicar más tiempo a ello para nutrirnos de esas sensaciones positivas.